Este año 2011 el ballet ha entrado a la moda para quedarse. Las modelos se han convertido en imágenes de bailarinas de ballet clásico o moderno.
Las faldas de tul armadas en diferentes capas y de distintos largos, los talles encorsetados sumamente ajustados al cuerpo e incluso armados con alambre y hasta los zapatos parecidos a las zapatillas de ballet han convertido las pasarelas en verdaderas reminiscencias de “El lago de los cisnes”.
La película “El Cisne Negro” de reciente aparición y de mucha difusión en todo el mundo, sobretodo a través de la Gala de Entrega de los Oscar, con Natalie Portman, su protagonista ganando la estatuilla a mejor actriz, contribuyó a que esta tendencia de la moda se consolidara.
Se pasó, por lo tanto, de la falda globo, que se continúa usando, a la romántica e importante falda bailarina, pero no sólo en los tonos de blanco, marfil y rosa (los más usados en el ballet) sino en tonos shock, como lo son los rojos y negros.
Estas faldas que parecen adaptarse en forma ideal para la noche, para ocasiones o eventos importantes, también se usan para atuendos menos formales combinados con prendas divertidas, medias rayadas o pantalones licrados por debajo, en formatos muy apreciados por las adolescentes.
La característica saliente de este tipo de falda es su importancia. Es una prenda protagonista sobre la cual se construye el resto del atuendo y de los accesorios. Sin duda atrae las miradas y se convierte en el centro del vestuario que se use. Es ideal para aquellas mujeres que les gusta llamar la atención o quieren seguir las tendencias de la moda estrictamente.
Para vestidos de noche se utiliza sobretodo en negro y es ideal para combinar con pedrería o joyas resaltantes. La “bailarina negra” estará presente en galas y fiestas.
También se ha visto muy presente la moda ballet para los vestidos de novia de las últimas colecciones.
Bailemos o no bailemos, nos guste o no nos guste el ballet, tendremos que estar atentos a esta danza para poder estar a la moda en las próximas temporadas.